Desde pequeños hemos sido medidos por estrictas normas y estándares de la sociedad. Vamos a la escuela, procuramos tener notas excelentes y los años se hacen polvo y aire porque, cuando menos lo esperamos, ya estamos frente a una computadora o un papel que decidirá qué rumbo tomará nuestra vida de ahí en adelante: el momento de llenar nuestra solicitud a la Universidad. Recuerdo nítidamente el día que solicité para la Universidad. La elección: UPR en Bayamón, las opciones: Pedagogía o Biología. Estaba en el cuarto de mi madre, con mi laptop en los muslos, sentada en la cama, y ese breve momento decidiría qué rumbo tomaría mi vida. Esa sería la elección final y, por último, resolví elegir Biología.
La vida universitaria fue relativamente tranquila, nunca fui una estudiante sobresaliente pero siempre procuraba mantener mis exámenes con C's o B's. Las matemáticas eran un calvario pero disfruté mucho de mis clases de concentración. Sin embargo, cuando menos te lo esperas ya estás graduado y ejerciendo, cuando menos te lo esperas ya eres un número más en una compañía y estás "viviendo la vida que toca vivir" Pero... ¿dónde queda el ALMA? Mi alma por muchos años se quedó en el pasado, vivía desconectada de mí, se había quedado en la infancia, en los sueños, en las fantasías y las ilusiones que imaginaba de niña. Ese vacío lo intenté llenar de muchas formas, sectas religiosas que acabaron con mi voluntad y mi libre albedrío, cosas materiales y antojos del ego.
Recorrer el camino del alma duele y cuesta mucho pues toca entender que cada uno de nosotros ha elegido esta vida, esta encarnación por un propósito mayor y Divino, que escapa de nuestro entendimiento muchas veces. Recorrer ese camino significa que hemos expandido tanto y tanto la consciencia respecto a nuestras propias necesidades que nos desligamos de las expectativas ajenas para comenzar a vivir la vida que realmente nos llena y complace vivir.
Para comenzar a recorrer el camino de MI alma me costó sanar y aún seguir sanando muchas heridas en mi ego y en mi corazón. Para mí, el Tarot abrió esa puerta a profundizar en mi interior. El Camino que desea recorrer mi alma está muy ligado a soltar controles, a deshacerme de heridas ancestrales y a desarrollar la valoración personal, pero para otras personas su propósito en esta vida es desarrollar y/o perfeccionar otro tipo de cualidades, sanar otro tipo de heridas. Es por eso que la próxima vez que veas a alguien que solo desea viajar, o que solo desea trabajar, que solo desea cuidar de animales o que desea vivir en soledad siempre, NO debes criticarle ni intentar moldear su estilo de vida; ese es el camino de SU alma, ese es su propósito, esos son los asuntos que ha venido a trabajar, es lo que su alma necesita vivir para seguir EVOLUCIONANDO. Hay muchas personas "dormidas" espiritualmente y a veces queremos por todos los medios que despierten y que cambien su forma de vivir, ¿y si este no es su momento? ¿y si su alma aún no está lista para ese despertar? Recorrer el camino de nuestra alma es también respetar y entender los caminos ajenos.
Cuando sientas que vives fuera de lugar, cuando sientas que es el cuerpo quien está presente pero falta la chispa, cuando sientas que cargas con un propósito sin cumplir, probablemente te has desviado del camino de tu alma. Ve a donde eres feliz, ve a donde vibras plenitud, mira a las oscuridades y sombras que has intentado ignorar. Busca la luz de la consciencia.
Vuelve a TI, porque el único propósito de recorrer el camino del alma es VOLVER A TI MISMO, a tu verdadera esencia, en su expresión más simple y pura.
La línea, busca la luz de la conciencia 💕 wow que mucho nos paralizamos en la corriente y nos vamos a automático, pero con esa línea re confirme que cuando vivimos consciente todo florece 🙏🏽